En 2002, el estándar internacional ISO/IEC 11801 dividió al cableado estructurado en tres categorías de performance: Cat.5E, Cat.6 y Cat.7. La Cat.5E fue diseñada para cumplir con los requerimientos de todos los protocolos estandarizados, incluido Gigabit Ethernet. La Cat.6 y la Cat.7 fueron creadas para los protocolos de alta velocidad que fueran a surgir en el futuro. Ya que una mayor velocidad de transmisión requiere de un mayor ancho de banda, éste se convirtió en el criterio base para la categorización de sistemas de cableado, que fue la siguiente: 100 MHz para Cat.5E, 250 MHz...